lunes, 30 de marzo de 2009

LANZAN LLAMADO DE ATENCION POR AUTISMO

Cada año diagnostican a 6 mil mexicanos con este problema; lamentan discriminación

Edith Martínez
El Universal
Domingo 29 de marzo de 2009

En los primeros meses de vida Daniel no respondía a las sonrisas, ni a las caricias, tampoco lloraba. Su mirada estaba perdida.

Con el tiempo, los objetos redondos se volvieron su refugio. El desconocer la causa de su aislamiento y sus berrinches desesperaban a su madre, Jacqueline García, que “le pegaba porque pensaba que era inquieto”.

Ahora sabe que lo que su hijo de seis años tiene es autismo, síndrome que afecta la comunicación y las relaciones sociales y afectivas de las personas, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Daniel y su familia fueron parte de los 3 mil asistentes a la Caminata por el Autismo 2009, organizada por asociaciones civiles y gubernamentales dedicadas a atender esta discapacidad y cuyo objetivo fue sensibilizar y concienciar a la población sobre este tema. La directora de la asociación civil Míranos, Aquí estamos, Tania Karasik, señaló que a unos días de festejar el día mundial del autismo, el próximo 2 de abril, la presencia de las familias significa “la enorme necesidad de atención que existe para quienes se encuentran en esta situación”.
No hay estadísticas

En México, dijo, se carece de estudios científicos y estadísticas para identificar a los pacientes con autismo; sin embargo, hay estimaciones de que cada año 6 mil mexicanos son diagnosticados. En Estados Unidos, por ejemplo, hasta 2008 se consideraba que la incidencia de casos de autismo era de uno en cada 150 niños y en Europa, 10 de cada mil.

En la actualidad, según información del hospital siquiátrico Juan N. Navarro, dependiente de la Secretaría de Salud Federal, se atienden 200 menores con este trastorno.
Jacqueline García, madre de Daniel, quien sufre de autismo, consideró que la desinformación de la sociedad en este tema provoca discriminación.

Recordó que antes de que su hijo fuera diagnosticado “la gente decía que era sordo y tonto porque no podía mantener la atención”, incluso, reconoció, “yo lo llegué a pensar”.
Fue hasta que recibió el diagnostico cuando comenzó a informarse, “pero no me gustaba lo que decían, me deprimía”, recuerda.

Las primeras versiones que conoció eran que este padecimiento no tiene cura, que su hijo nunca iba a ser “normal” y tenía que ir a escuelas especiales porque no iba a aprender. Con el tiempo descubrió que “con la ayuda necesaria puede tener amigos, aprenderá a leer y ser independiente”.

La directora de Míranos, Aquí Estamos, Tania Karasik, también señaló que además del desconocimiento que existe sobre esta discapacidad, el autismo se encuentra lleno de mitos, como que las personas que lo tienen son genios, cuando datos científicos señalan que 10% sobresale en alguna actividad. Pero, con los apoyos adecuados pueden insertarse en el ámbito social, familiar y laboral. “Lo que le pedimos a la sociedad es que sea incluyente, que nos abran las puertas”.

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