Ante el aumento de la incidencia del autismo, la neuropediatra Rosa Díaz señaló que Uruguay está “mejor que antes” respecto al tratamiento y detección, pero que todavía “no estamos bien”.
La Asamblea General de Naciones Unidas adoptó hace dos años la resolución de crear el Día Internacional de la concientización sobre el autismo, con el objetivo de alertar sobre esta enfermedad cuya incidencia aumentó en todo el mundo.
Rosa Díaz, coordinadora del Departamento de Neurodesarrollo de la Clínica de Neurología Infantil e integrante de la Policlínica Especializada en Trastornos Generalizados del Desarrollo en el Hospital Pereira Rossell, señaló que hay una tríada de síntomas de esta enfermedad: trastorno en la interacción social, conductas estereotipadas y la afectación del desarrollo del lenguaje. Estos síntomas pueden empezar a manifestarse entre los 18 y los 24 meses y siempre aparecen antes de los tres años de vida.
Díaz señaló que a nivel nacional no existen estudios epidemiológicos, pero, agregó, los estudios mundiales hablan de una incidencia de seis en mil niños, a su vez, notándose más casos en varones que en niñas.
Si bien no hay un tratamiento específico, algunos de estos trastornos pueden tener una base biológica y bajo este trastorno puede subyacer una patología neurológica. Por eso, hay que detectar si el síndrome tiene asociado alguna patología tratable, por ejemplo, del orden metabólico o cromosómico. Pero también hay casos de alteraciones sobre el desarrollo. Y, aunque no hay un tratamiento específico, “hay muchísimas propuestas”.
Respecto a la posición de Uruguay en el mundo, señaló que “estamos mejor que antes, pero todavía no estamos bien (…) Nos faltaría aunar criterios y equipo”.
Por último, la doctora señaló que la esperanza de vida de las personas autistas no está condicionada por la enfermedad, aunque sí puede ser por una patología asociada como la epilepsia severa. Y la calidad de vida depende del tratamiento, de si la persona pudo desarrollar el lenguaje y de su capacidad intelectual. Por eso, Díaz recomendó que ante cualquier duda, los padres consulten a los pediatras, ya que las condiciones cambian mucho dependiendo de cuándo se detecte la enfermedad.
http://www.espectador.com
La Asamblea General de Naciones Unidas adoptó hace dos años la resolución de crear el Día Internacional de la concientización sobre el autismo, con el objetivo de alertar sobre esta enfermedad cuya incidencia aumentó en todo el mundo.
Rosa Díaz, coordinadora del Departamento de Neurodesarrollo de la Clínica de Neurología Infantil e integrante de la Policlínica Especializada en Trastornos Generalizados del Desarrollo en el Hospital Pereira Rossell, señaló que hay una tríada de síntomas de esta enfermedad: trastorno en la interacción social, conductas estereotipadas y la afectación del desarrollo del lenguaje. Estos síntomas pueden empezar a manifestarse entre los 18 y los 24 meses y siempre aparecen antes de los tres años de vida.
Díaz señaló que a nivel nacional no existen estudios epidemiológicos, pero, agregó, los estudios mundiales hablan de una incidencia de seis en mil niños, a su vez, notándose más casos en varones que en niñas.
Si bien no hay un tratamiento específico, algunos de estos trastornos pueden tener una base biológica y bajo este trastorno puede subyacer una patología neurológica. Por eso, hay que detectar si el síndrome tiene asociado alguna patología tratable, por ejemplo, del orden metabólico o cromosómico. Pero también hay casos de alteraciones sobre el desarrollo. Y, aunque no hay un tratamiento específico, “hay muchísimas propuestas”.
Respecto a la posición de Uruguay en el mundo, señaló que “estamos mejor que antes, pero todavía no estamos bien (…) Nos faltaría aunar criterios y equipo”.
Por último, la doctora señaló que la esperanza de vida de las personas autistas no está condicionada por la enfermedad, aunque sí puede ser por una patología asociada como la epilepsia severa. Y la calidad de vida depende del tratamiento, de si la persona pudo desarrollar el lenguaje y de su capacidad intelectual. Por eso, Díaz recomendó que ante cualquier duda, los padres consulten a los pediatras, ya que las condiciones cambian mucho dependiendo de cuándo se detecte la enfermedad.
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